Aceite de Salmón.
Los ácidos grasos esenciales que se encuentran en los aceites de pescado como el salmón son principalmente de la serie OMEGA 3. Los más representativos son el EPA (ácido Eicosapentanóico) y el DHA (ácido Docosahexaenóico).
Los estudios han detectado que las comunidades esquimales y las de pescadores japoneses tenían una tasa baja de enfermedades cardiovasculares. Ello se debe a la presencia en su dieta de un ácido esencial importante: el EPA, obtenido a través del consumo de pescado.